Pug o Carlino

El Pug, también conocido como Carlino en algunos países europeos, es una raza canina originaria de China con una historia milenaria. Estos pequeños perros eran altamente valorados por la nobleza china durante la dinastía Han, y eran tratados con el mismo respeto que los miembros de la realeza. Más adelante, fueron llevados a Europa por comerciantes holandeses en el siglo XVI, donde rápidamente se convirtieron en los favoritos de las cortes europeas, especialmente en los Países Bajos y en Inglaterra.
Pug o Carlino
Origen del Pug: una historia noble y milenaria
El Pug es una de las razas de perros más antiguas del mundo, con un linaje que se remonta a más de 2.000 años. Su origen se encuentra en la antigua China, donde era criado como perro de compañía por la nobleza y la realeza. Durante la dinastía Han (206 a.C. – 220 d.C.), estos perros eran conocidos como símbolos de estatus y prestigio. Vivían en palacios imperiales y eran tan valiosos que se les asignaban sirvientes propios y, en ocasiones, incluso soldados para protegerlos.
En China, los antepasados del Pug compartían similitudes con otras razas chinas antiguas como el Pekinés y el Shih Tzu, y eran criados deliberadamente para tener caras chatas, cuerpos pequeños y temperamento dócil.
A partir del siglo XVI, comerciantes y exploradores holandeses introdujeron el Pug en Europa, donde rápidamente ganó popularidad entre las casas reales. En los Países Bajos, fue adoptado por la Casa de Orange, y se cuenta que un Pug llamado Pompey salvó la vida del príncipe Guillermo I al alertarlo de un intento de asesinato. Desde entonces, se convirtió en el perro oficial de la familia.
Durante el siglo XVIII, la raza se extendió a Francia y Gran Bretaña, donde fue especialmente admirada por la reina Victoria, quien no solo crió Pugs, sino que también impulsó la mejora y estandarización de la raza. Esta realeza europea ayudó a consolidar el Pug como el perro de compañía elegante y afectuoso que conocemos hoy.
A lo largo de los siglos, su aspecto se ha ido refinando, aunque conservando siempre su esencia: un perro de tamaño pequeño, cara arrugada, ojos expresivos y un carácter encantador.




Variedades de color del Pug o Carlino
Las variedades de color más comunes en los Pug o Carlino incluyen:
Beige (albaricoque o leonado claro): El más característico, con máscara negra.
Negro: Todo el cuerpo de color uniforme.
Plata: Más raro, con máscara negra.
Blanco (albino o leucístico): Muy poco frecuente y no reconocido oficialmente en todos los estándares.
Tamaño y apariencia
Altura: 25 – 30 cm a la cruz
Peso: 6 – 8 kg
Esperanza de vida: 12 – 15 años
El Pug es un perro pequeño, de cuerpo compacto y fornido. Tiene una cara característica: chata, arrugada y con ojos grandes, oscuros y expresivos. Su hocico corto, junto con sus orejas pequeñas en forma de rosa o botón, le da una expresión entrañable y curiosa. Su cola está enroscada sobre la espalda. El pelaje es corto, suave y brillante, y puede encontrarse en varios colores.

Comportamiento y temperamento
El Pug es una de las razas más simpáticas y cariñosas del mundo canino. Tiene un carácter afable, juguetón y algo travieso. Es un perro que adora la compañía humana y es especialmente bueno con niños, por lo que es una excelente elección para familias. No suele ser agresivo ni demasiado ladrador, aunque sí puede ser algo testarudo, lo que hace que requiera un poco de paciencia en su educación.
A pesar de su pequeño tamaño, tiene una personalidad enorme y le encanta ser el centro de atención. También disfruta de los mimos y es muy sensible al estado de ánimo de sus dueños.
¿Es ideal como mascota?
¡Sí! El Pug o Carlino, es una mascota ideal para personas que viven en espacios reducidos, como apartamentos o pisos, y para familias con niños. También es una excelente compañía para personas mayores. No necesita grandes espacios ni largos paseos, pero sí mucho cariño, atención y cuidados constantes. Es un compañero leal, divertido y muy expresivo que puede llenar de alegría cualquier hogar.
Cuidados y salud del Pug o Carlino
Aunque es un perro que se adapta muy bien a la vida en pisos, el Pug requiere cuidados especiales, sobre todo por su conformación física:
Higiene facial:
Las arrugas de su cara deben limpiarse regularmente para evitar infecciones por la acumulación de humedad o suciedad.
Problemas respiratorios:
Debido a su hocico chato (braquicéfalo), puede tener dificultades respiratorias, especialmente con el calor. Se debe evitar el ejercicio intenso y las altas temperaturas.
Alimentación controlada:
Tiene tendencia al sobrepeso, por lo que su dieta debe ser equilibrada y vigilada.
Actividad física moderada:
Aunque le gusta jugar, sus paseos deben ser tranquilos y no muy largos.
Visitas al veterinario para el Pug o Carlino:
Es importante realizar revisiones periódicas, ya que pueden presentar problemas oculares, de piel y en sus articulaciones.
