Persa

EL gato Persa
El Persa proviene de la antigua Persia (actual Irán) donde sus antepasados eran apreciados por su largo pelaje y mirada penetrante y fue introducido en Europa en el siglo XVII. Se hizo muy popular entre la aristocracia por su apariencia exótica y elegante. Hoy en día, sigue siendo una de las razas más buscadas por su belleza y carácter tranquilo.
Con el tiempo, los criadores británicos y estadounidenses refinaron sus rasgos, dando lugar al Persa moderno: un gato de lujo, de movimientos pausados y belleza incomparable.
Variedades del gato Persa
El Persa puede encontrarse en más de 200 combinaciones de colores y patrones, lo que lo hace increíblemente diverso. Entre las variedades más comunes están:
Persa blanco: clásico y elegante.
Persa azul: gris uniforme, de gran popularidad.
Persa dorado y chinchilla: con tonos dorados o plateados en las puntas del pelo.
Persa himalayo: mezcla de Persa y Siamés, con cuerpo claro y extremidades oscuras (colorpoint).
Persa bicolor o tricolor: combinaciones de blanco con negro, rojo o crema.
Persa tabby: con patrones atigrados sobre el pelaje largo.




Tamaño y peso del Persa
Peso: 3,5 a 7 kg
Altura a la cruz: 25 a 30 cm
Longevidad: 12 a 17 años
Características físicas
Cuerpo: Robusto, compacto y de patas cortas.
Cabeza: Grande y redonda, con cara chata (perfil plano).
Ojos: Grandes, redondos y expresivos, en tonos intensos como cobre, azul o verde.
Pelaje: Muy largo, denso y sedoso. Es su rasgo más distintivo.
Cola: Corta, espesa y muy peluda.

Personalidad y comportamiento
El Gato Persa es tranquilo, afectuoso y muy casero. No es especialmente juguetón ni curioso como otras razas, pero sí es dulce y leal.
Ideal para hogares tranquilos, personas mayores o familias que disfruten de la calma.
Prefiere observar desde un rincón mullido que trepar o corretear.
No le gusta el ruido excesivo ni los cambios bruscos.
Se apega a su familia humana y adora los mimos suaves y la rutina diaria.
¿Es ideal como mascota?
Sí, siempre que su familia esté dispuesta a dedicarle tiempo y cuidados constantes. El Gato Persa es uno de los compañeros felinos más afectuosos y tranquilos que existen. Perfecto para una vida en interior, y para quienes puedan brindarle amor, paciencia y un cepillo diario.
Cuidados del Persa
El mantenimiento del pelaje es su mayor exigencia: requiere cepillado diario para evitar enredos. También es necesario limpiar sus ojos frecuentemente debido a su cara achatada. Es una raza propensa a enfermedades respiratorias, renales y cardíacas, por lo que necesita revisiones veterinarias regulares.
El Persa requiere cuidados intensivos, especialmente por su pelaje y su salud respiratoria:
1. Pelaje
Cepillado diario obligatorio, para evitar enredos y bolas de pelo.
Necesita baños periódicos con productos específicos para gatos de pelo largo.
Se recomienda llevarlo a una peluquería felina de vez en cuando.
2. Cara y ojos
Sus ojos tienden a lagrimear, por lo que es necesario limpiarlos con frecuencia.
Su cara chata puede provocar problemas respiratorios (especialmente en líneas de cría extrema).
3. Alimentación y salud
Dieta de alta calidad, adaptada a su edad y nivel de actividad.
Necesita vigilancia veterinaria regular, ya que puede ser propenso a:
Enfermedad renal poliquística (PKD)
Problemas cardíacos
Dificultades respiratorias
4. Bienestar mental
Aunque no es muy activo, necesita un ambiente seguro y cómodo, con cojines, rincones acogedores y rascadores.
No es un gato que tolere bien la soledad o el estrés. La rutina lo hace feliz.
