Hámster
Hámster: Pequeño, curioso y encantador
El hámster doméstico más común proviene del hámster sirio (Mesocricetus auratus), originario de las zonas desérticas del norte de Siria y Turquía. Fue descubierto oficialmente en 1839, pero no fue hasta 1930 que una camada fue capturada en estado salvaje por el zoólogo Israel Aharoni, quien los llevó a Jerusalén. Desde allí se extendieron a laboratorios, criaderos y finalmente a hogares de todo el mundo. Hoy en día, se crían hámsters de diversas especies para ser mascotas, y han conquistado a millones de personas gracias a su tamaño reducido y sus hábitos encantadores.
Sorprendentemente, todos los hámsters sirios domesticados actuales descienden de esa pequeña familia. A partir de la década de 1940, los hámsters comenzaron a distribuirse en laboratorios europeos y estadounidenses por su facilidad de manejo y rápida reproducción. Su popularidad como mascota surgió poco después, cuando se descubrió que, además de ser útiles para la ciencia, eran adorables, limpios y fáciles de cuidar.
Hoy en día, el hámster no solo es un símbolo de la ternura y la vida en miniatura, sino también un ejemplo de cómo la ciencia y el cariño por los animales pueden convertir a un pequeño roedor del desierto en uno de los compañeros más queridos en los hogares españoles y de todo el mundo.
Moteado
Blanco
Gris
Marrón
Variedades
Existen varias especies de hámster domesticadas como mascotas:
Hámster sirio o dorado: El más común. De tamaño mediano (12-15 cm), fácil de manejar. Tiene pelaje corto o largo (variedad “teddy”).
Hámster enano ruso (Campbell o Winter White): Más pequeños (8-10 cm), sociables entre sí y activos.
Hámster Roborovski: El más pequeño (5-7 cm), muy veloz y difícil de manipular, pero adorable de observar.
Hámster chino: Largo y delgado, con una cola visible. No es muy común pero es amigable.
El pelaje de los hámsters puede variar ampliamente en color: dorado, blanco, gris, negro, crema, moteado o tricolor.
Personalidad y comportamiento
Los hámsters son animales solitarios y nocturnos. Pasan gran parte del día durmiendo y se activan al atardecer. Son muy limpios, territoriales y disfrutan de excavar, roer y almacenar comida en sus mejillas. No suelen disfrutar del contacto excesivo, aunque algunos ejemplares se acostumbran al manejo suave y constante. Pueden ser muy entretenidos de observar gracias a su energía y comportamiento natural.
Algunas especies, como los hámsters enanos, pueden convivir entre sí en parejas del mismo sexo, pero los hámsters sirios deben vivir siempre solos, ya que pueden volverse agresivos.
¿Es una mascota ideal?
El hámster es una mascota ideal para personas con poco espacio, para niños supervisados o adultos que busquen un animal de bajo mantenimiento y muy observador. Sin embargo, no es recomendable para manipulación constante ni para niños pequeños sin supervisión, ya que puede estresarse fácilmente y morder si se siente amenazado.
Por su tamaño, su coste reducido y sus cuidados accesibles, el hámster es uno de los roedores favoritos en España y el mundo. Su esperanza de vida es de 2 a 3 años, aunque algunos viven algo más con cuidados óptimos.
Características del hámster
Tamaño: Varía según la especie. Los hámsters sirios miden entre 12 y 15 cm, mientras que los enanos (como el Roborovski) apenas alcanzan los 5 a 7 cm.
Peso: Entre 100 y 200 gramos los sirios; los enanos, de 30 a 50 gramos.
Esperanza de vida: Aproximadamente 2 a 3 años. Algunas especies enanas pueden vivir un poco más.
Pelaje: Suave y denso. Puede ser corto, largo (variedad “teddy”), o incluso rizado. Los colores incluyen dorado, blanco, gris, negro, crema, moteado y combinaciones tricolores.
Vista: Su visión es bastante pobre, especialmente de día. Se orientan más por el olfato y el oído.
Actividad: Nocturnos. Son muy activos por la noche y dormilones durante el día.
Comportamiento: Solitarios, especialmente los sirios. Acumuladores por naturaleza: almacenan comida en sus mejillas y escondites.
Temperamento: Generalmente dóciles si se manipulan con cuidado desde jóvenes, pero pueden morder si se sienten amenazados.
Comunicación: Emiten sonidos suaves como chillidos o gruñidos cuando están molestos, aunque en general son bastante silenciosos.
Dentadura: Incisivos en crecimiento continuo. Necesitan roer para desgastarlos correctamente.
Reproducción: Muy prolíficos. Las hembras pueden tener camadas de 4 a 12 crías con facilidad, y la gestación dura unos 15 a 18 días.
Higiene: Son muy limpios; suelen acicalarse con frecuencia y delimitan una “zona baño” en su jaula.
Cuidados
Los hámsters necesitan pocos elementos básicos, pero bien cuidados:
1. Hábitat:
Jaula espaciosa con ventilación, suelos sólidos (no de rejilla), túneles, escondites y una rueda sin barrotes.
2. Alimentación:
Mezcla comercial específica para hámsters, complementada con frutas y verduras frescas. No deben comer ajo, cebolla, cítricos ni chocolate.
3. Higiene:
Limpieza semanal del sustrato y cambio diario de agua. No requieren baños con agua (puede ser perjudicial); algunos disfrutan baños de arena.
4. Ejercicio y entretenimiento:
Importante ofrecerles juguetes para roer y espacio para correr. Las ruedas y tubos son esenciales.
5. Manipulación:
Hay que manejarlos con paciencia. No se debe despertarlos bruscamente ni forzar el contacto.
6. Comportamiento:
Los hámsters son animales solitarios y nocturnos. Pasan gran parte del día durmiendo y se activan al atardecer. Son muy limpios, territoriales y disfrutan de excavar, roer y almacenar comida en sus mejillas. No suelen disfrutar del contacto excesivo, aunque algunos ejemplares se acostumbran al manejo suave y constante. Pueden ser muy entretenidos de observar gracias a su energía y comportamiento natural.
Algunas especies, como los hámsters enanos, pueden convivir entre sí en parejas del mismo sexo, pero los hámsters sirios deben vivir siempre solos, ya que pueden volverse agresivos.
